La Energía de la Loma de la Dignidad: El bici activista asesinado en Cali

Periodista: Eliana González

La tarde del 4 de junio de 2021 el bici activista Christian Delgadillo Sánchez salió de su casa en Cali, la misma casa que un día prometió que compraría para su mamá y que con gran esfuerzo estaba pagando. Ese viernes salió con dirección al Paso del Comercio, ahora conocido como ‘paso del aguante’ en la salida de Cali a Palmira, la cual llevaba bloqueada desde el 28 de abril, Energía, como le decían sus amigos más cercanos, fue a apoyar a los jóvenes que se encontraban resistiendo en el marco del paro nacional.

El joven de 28 años, recién cumplidos días antes a la tragedia, sentía que era su responsabilidad apoyar las causas sociales que enfrentaba el país. él mismo, era uno de los jóvenes que hacen parte de las cifras entregadas por el DANE del 23,10 % de desempleo juvenil, lo que se traduce en 1,57 millones de jóvenes colombianos que no tienen las suficientes oportunidades de acceso al  empleo digno. 

Ese día un grupo de jóvenes que viven en la loma de la dignidad, lugar en el que también vivía Chritían, decidieron salir de su barrio para ir a apoyar a los jóvenes que enfrentaban al ESMAD en el ‘Paso del Aguante’, entre esos jóvenes estaba él. Lo que sucedió estando en el lugar sólo lo conocen quienes presenciaron de primera fuente el cruce de balas que ocurría entre la policía y los jóvenes que se manifestaban y que de paso mantenían el paso cerrado. Sus amigos cercanos no lo acompañaban ese día y toda la información que han podido recabar viene de otras voces, que los ayudaron a esclarecer las últimas horas de vida de Energía.

Arenita, amiga cercana de Energía y bici activista del Colectivo En Bici Arte Colombia habló conmigo para los fines de esta crónica: de la información que pudieron recoger desde el Colectivo, amigos y familiares, supieron que ese 4 de junio la policía habría llegado a las casas de los jóvenes que viven en la ‘Loma de la Dignidad’ para hacer allanamientos, pero los jóvenes no se encontraban en la zona, eran los mismos jóvenes que se encontraban en el ‘Paso del aguante’, lo que sucedió posterior a los allanamientos fue utilizar a las madres de los manifestantes para generar presión y que así volvieran para ser detenidos.

“La policía les estaba diciendo: “o vienen, o nos llevamos a sus mamás” entonces los pelados pegaron carrera para su casa porque ninguno iba a dejar que se llevaran a su mamá” Pero Christian decidió quedarse en el ‘Paso del Aguante’.

En medio de una vídeo llamada, Arenita, habla de cómo Chritian venía involucrándose en los procesos de manifestación en el paro, él quería contribuir a la comunidad mientras exigían derechos y cambios necesarios para la ciudad y el país “Yo vi a Christian en ciertos puntos de resistencia, Cali ha sido la cuna de todo el proceso del paro y él siempre mantenía en su barrio, en su zona que era la loma de la dignidad, siempre lo veía allí, pendiente de la olla comunitaria, de ser dinamizador cuando llegaba la policía o el ESMAD, de por si hay una foto de él rodando por redes sociales en la que está con un megáfono y también un vídeo en el que que él les decía que se calmaran, “no hay necesidad de usar, las armas”, tratando de dinamizar la situación, pero todos sabemos que no hay muchas posibilidades de hablar con ellos.”

Arenita y Chritian eran compañeros en el Colectivo En Bici Arte Colombia, un proceso que nació de la mano de otro bici activista, Diego Ayala, hace 8 años “él en su momento tenía curiosidad al ver que en Cali en ese momento no existía ‘el día sin carro’ entonces empezó a preguntar en diferentes entidades y la respuesta es que no tenía la suficientes articulados para cumplir con la movilidad de las personas en un día de no carro”

“Para las personas o para el Estado era imposible pensar en un día de la bicicleta, Así fue como empezaron a salir, para ese momento ya existía otro colectivo llamado Ciclo amigos que tiene más de 20 años en la ciudad. su fundador es Eduardo Cobo que es como el alma mater de la bicicleta aquí en Cali, uno de los más pro que conozco” dice Arenita

Gracias al trabajo de estos colectivos que se han mantenido a lo largo de los años muchas personas han tomado la confianza de subirse a la bicicleta en la ciudad. El poder de la pedagogía en bici, los procesos comunitarios y de educación popular que nacen en las colectividades y la conformación de grupos poblacionales que trabajan por un bien común, fue el eje que le permitió a En Bici Arte crecer al punto de considerarse entre sus integrantes como una familia.

“Recuerdo ir a una escuela y los niños de primero aprendieron a contar, a escribir con todo el entorno que creamos sobre la bici, son procesos super  bonitos. Nos metemos en muchas causas, como ambientales, sociales y artísticas desde la bici, de esas causas hacía parte Chritian. quien hacía parte del Colectivo casi que desde sus inicios”

En medio de la conversación Arenita habla de dónde proviene el apodo de Christian,“Él era Energía, muchísima energía, él siempre te veía y te daba un beso en la cabeza. te abrazaba, él era mucha energía de amor, todo el mundo le decía así. y si no, le decían jugos, porque él vendía jugos y a veces vendía aborrajados, sus jugos costaban 1000 pesos la bolsita y llegaba un momento en el que uno sabía que él ya se quería ir. porque empezaba a sacar promociones de 4 jugos por 2.000, y cuando ya tenía mucho afán eran 5 por 2.000, entonces la gente a veces se esperaba hasta ese momento pa’ comprarle y ahí se enojaba y decía “Ustedes tan chimbos, porque me compran cuando ya me voy a ir”  pero nos reíamos mucho de eso. Cuando ya lo escuchábamos así era porque ya, ya, ya se quería ir”.

A Christian lo recuerdan como un joven que siempre estaba dispuesto a ayudar en lo que la gente lo necesitara, era un hombre que buscaba recursos de donde no había para sostener a su familia, para cumplir lo que se proponía. Su apodo era muestra de su personalidad, era un joven que no paraba, era jocoso, querido por su comunidad, pero sobre todo, una persona que contagiaba alegría.

«Con el colectivo tenemos un recuerdo y es que cuando hacíamos el ciclopaseo teníamos una iniciativa que se llamaba el ‘guachusco’, era un remolque que se usaba en caso que alguna persona se barara. El verraco lo que hacía era que una vez llegaba al parque de las banderas montaba su bicicleta al ‘Guachusco’ y hacía toda la ruta trotando ¡Tenía tanta energía, que toda la verraca ruta la hacía trotando”!

Chritian era recursivo a la hora de trabajar,, encontró una necesidad que él podía subsanar en su comunidad y empezó lo que sería su mayor fuente económica, decidió ser motoratón y ayudar en la movilidad de la gente de su barrio, mientras reunía dinero para seguir pagando la casa que le quería comprar a su mamá.

“El loco era de trabajos pesados, era muy camellador, hacía motoraton, llevaba a la gente de su barrio porque su barrio es una colina, entonces no hay transporte, entonces lo conocía todo el mundo en el barrio, porque andaba en moto de arriba pa’ abajo. De día andaba en moto y en la noche en bicicleta.

El amaba los perros, primero tuvo un pitbull y el día que el perrito se murió, se pegó una destrozada emocional impresionante, y ahora tenía dos perritas pitbull, y se le comían la cédula, la lavadora, la nevera, yo no sé cómo, pero le dañaron todo. Él vivía pendiente de tener a sus perros y a su mamá bien».

La bici como escudo de protección

“Unos tres días antes de su muerte hablamos y yo no sé de dónde se bajó una señaletica donde aparece una bici y ese era su escudo para defenderse, y justo me mandó la foto y me dice “Aquí me estoy haciendo mi super escudo” y le dije “ De dónde rayos te bajaste eso, sí bajarse eso es super dificil” Logró bajarlo y yo no podía de la risa. Justo el día de su muerte no llevó su escudo, no es que le sirviera mucho, pero no lo llevó».

El 3 de junio en la noche justo antes de irse a dormir, Arenita, recuerda haber tenido la sensación que por esos días desvelaba a los caleños,  la incertidumbre, cada noche era una nueva matanza. un nuevo hecho de violencia, esa noche le dijo a su compañero: “Va a ser una noche pesada , va a haber muchas muerte esta noche”

A las 5 de la mañana los gatos llamaron a su puerta en busca de comida y ella se levantó. ahí, bajo el mal hábito de mirar el celular a primera hora del día, se encontró con los hechos que la noche anterior habían sacudido a Cali, en pocos segundos enfrentó la noticia que la dejó sin aliento, la noticia que cambiaría el rumbo del día, que determinaría las comunicaciones de esa tarde y que la llevaría a velar a su amigo al día siguiente.

Arenita cree que fue la primera en enterarse del Colectivo “miré el celular e inmediatamente empecé a ver imágenes sobre el paro, que se había vuelto lo cotidiano en el proceso del paro, uno sabía que todas las mañanas se iba a levantar con noticias muy pesadas. Yo no lo podía creer, dentro de mí esperanza quería pensar que estaba herido y que no había pasado nada y no suelo ver vídeos sangrientos, no me gustan, pero yo dije, no, yo lo tengo que ver, porque no lo identificaban, como no era de esa zona no lo habían identificado, cuando ya vi el vídeo, yo dije. ese es mí amigo, ese es Cristhian, porque no hay otro como él, era imposible confundirlo, Le dispararon en el ojo con un fusil, la muerte fue casi inmediata”. 

El cuerpo permaneció allí por varias horas, esa noche fueron asesinados dos jóvenes y la confrontación no se detuvo hasta pasadas las 5 de la mañana. Durante esas horas las personas del lugar velaron los cuerpos, poco a poco la noticia se propagaba por Cali y varias ciudades más, dos jóvenes menos, dos asesinatos más en manos de las fuerzas del Estado.

“uno entra en una angustia, en una rabia, en una tristeza. no sé cómo expresarlo, de saber que él lo único que quería era un mejor país, que es básicamente lo que todos queremos y es muy verraco seguir exigiendo paz y tranquilidad, cuando debería ser lo más normal”.

Por su parte, su mamá se enteró estando en su casa y no podía creer que fuera su hijo, hasta que se dirigió al punto, lo que se sabe es que la llevaron en una moto y al llegar se encontró con el cordón de seguridad y desde ese punto, al punto en el que estaban los  primeros auxilios era lejos y por ende peligroso entrar. “La brigada médica tuvo que salir con una bandera, porque la señora iba a entrar, ella dijo: “Yo me iba a meter a sacar a mi hijo” pero ella tenía la esperanza que no fuera su hijo, y la lograron entrar y ya ella pudo reconocer a Christian”.

En el listado publicado por indepaz el 26 de julio de 2021 sobre las 80 víctimas de violencia homicida en el marco del paro nacional, aparece junto al número 64 el nombre: Cristhian Javier Delgadillo Sánchez y en el recuadro de presunto victimario del homicidio aparece la policía.  http://www.indepaz.org.co/victimas-de-violencia-homicida-en-el-marco-del-paro-nacional/

A las 11 de la noche aproximadamente salió del fusil la bala que atravesaría el cuerpo de Christían, un joven que siempre intentó mediar con megáfono en manos, muchas veces fue quien calmó los ánimos entre policías y manifestantes, pero esta vez, ni su megáfono, ni su escudo de bici pudieron salvarlo. Allí en medio de la confrontación cayó, y su cuerpo en contacto con el pavimento se prolongó como muestra del horror de la violencia, por varias horas permaneció en el suelo, que horas antes le servía de soporte a sus piés y a las ideas que lo llevaron a apoyar a los jóvenes del ´Paso del Aguante,’ pero el aguante no siempre termina con la victoria de un individuo, el aguante es colectivo y requiere de dolores, de pérdidas, de llantos desconsolados, de miedos, de rabia, de amor y de dignidad.

Después de lo sucedido la Alcaldía de Cali llamó a la mamá de Christían, querían ayudarle a pagar su casa, para ella fue clara la respuesta:  “No, entonces asesinan a mi hijo y ahora me van a dar una casa, no, mi hijo no vale una casa”

Según Arenita “La Alcaldía salia a decir que ellos no querían guerra, pero en la noche todo cambiaba porque en el paro terminaban asesinados a 4 personas” pero la Alcadía no era la única que daba declaraciones sin sustento, pocas horas después de los asesinatos del 4 de junio en el paso del aguante  el comandante de la Policía de Cali  afirmó públicamente que los asesinatos se habrían dado en medio de enfrentamientos entre bandas delincuenciales, lo cual fue desmentido por la comunidad.

Arenita se quedó con la promesa de Energía “él decía “yo le voy a comprar una casa a mi mamá”  el día del velorio supe que sí, él había reunido lo de la cuota inicial para comprar la casa y estaba pagando las cuotas. ese día nos dio una felicidad muy grande porque decíamos: toda su lucha, levantarse a las 4 de la mañana todos los días con su energía y lograr dar ese paso, nos dio mucho orgullo”.

Siempre hay un nuevo día, aunque ese día sea doloroso

“se hizo una velatón al día siguiente en el parque de los Estudiantes, pero llegó el ESMAD, la gente estaba cansada, la arremetida del Estado era muy brava, pasaba que llegaba el ESMAD y estaba un ratico y justo cuando se iba, ya todos sabíamos que algo malo iba a pasar, porque llegaban a disparar de cualquier punto, de la nada. Y estábamos en la velatón y el ESMAD se fue, varias personas prefirieron irse porque temían lo que iba a suceder, en cuestión de minutos llegaron a disparar”. En el punto quedó una bandera que dice “A Kabe lo mató el estado» Kabe, ese era otro de los tantos seudónimos que le tenían sus amigos a Chritian.

No hay avances frente al caso, más cuando se trata de policías asesinando a la población civil “la mamá de Chritian no quiso seguir el proceso legal, ella reconoce que el Estado es el culpable de la muerte de su hijo , pero de ahí no ha querido continuar el proceso”. cuenta Arenita

La comunidad siempre recordará a energía como el loco del motoratón, el de los 5 jugos por $2.000, el pelado que quería comprarle una casa a su mamá, la energía que montaba moto de día y bicicleta de noche, el mediador, el del megáfono, el amigo, el buen hijo, el que corría la ruta, en vez de hacerla en bici, el que amaba a sus perras pitbull, el que te saludaba de un beso en la mejilla, La energía de la loma de la dignidad, la dignidad en el paso del aguante.  

En Colombia la energía se puede apagar con un balazo, pero el amor que mantiene viva la llama de la resistencia es gasolina para el pueblo.

Escucha aquí la canción que compuso el grupo de RAP H2O en honor a Kabe: